En el interés por el universo confluyen dos de las cualidades más arraigadas en el ser humano: la curiosidad y la imaginación. Fruto de la necesidad innata del ser humano de comprender y explorar surge la ciencia y de su mano, la tecnología. Ambas han permitido a la humanidad protagonizar la epopeya del espacio: el desarrollo de la capacidad de realizar viajes espaciales y de alcanzar el ansiado objetivo de visitar otro mundo, la Luna.
Pero no todo terminó ahí. Lo que se consideró un “pequeño paso” para el ser humano y un “gran salto” para la humanidad ha impulsado la exploración robótica de prácticamente todo el Sistema Solar. Actualmente, la exploración humana del espacio se contempla ya como un objetivo al alcance de la tecnología y su investigación a gran escala, como la última frontera del conocimiento.
Esta exposición invita a los visitantes a sentirse partícipes de la gesta iniciada en la segunda mitad del siglo XX y del fascinante futuro de la exploración científica del espacio. (MUNCYT)
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